miércoles, diciembre 27, 2006

LAS VIAS

No estás, junto a mí ahora
Amor, ¿cuando volverás?
Perdón, pero yo sin ti,
estoy tan perdido,
siento que la vida se tiñe de gris

Saber que no están tus besos,
que hoy no te abrazaré
Soñar hasta enloquecer,
que estás a mi lado,
más cuando despierte,
no te encontraré

Ya sé que el sol sale igual
Que el mar no se detendrá
Que los amantes, siguen amando
Sólo que en mí todo da igual
Si tú no estás

Ellos se encontraban solamente para volver a separarse, y cada vez que lo hacían, burlaban casi egoístamente al destino. El verse aquellas veces era solo eso. Verse.
Pero burlando al destino se fueron burlando de ellos mismos, y al hacerlo, comenzaron a mirarse, a sentirse, a hacerse falta. Ellos trabajaron, dudaron, tuvieron miedo, cerraron los ojos y se lanzaron al vacío casi sin pensar en los vórtices de horror que podían estar abriendo. Y burlaron al horror con los ojos cerrados. Ellos soñaron, se volvieron a ver, comenzaron a construir un camino para luego recorrerlo. Uno ponía una piedra, el otro la sellaba. Ambos daban un paso. Piedra, Sello, Paso. Y los caminos pronto se convirtieron en las vías que los unían. Pero luego volvían a separarse. Se miraban de un lado al otro de los caminos más allá de donde el punto de fuga se come todo el paisaje.
Ahora ellos se separaban solo para volver a juntarse.

Querer apurar las horas
¿Qué hacer cada amanecer?
¿Y quién me protegerá?
Al sentirme niño,
cuando tenga miedo
¿Quién me cuidará?

Ya sé que el sol sale igual
Que el mar no se detendrá
Que los amantes, siguen amando
Sólo que en mí todo da igual
Si tú no estás

Amor, dime pronto ya,
¿Cuándo volverás?