miércoles, septiembre 23, 2009

AIRE

Escuchábamos reggae y atardecíamos los dos rodeados de ese olor verde, y parecíamos felices.
Y bebíamos cayendo las noches y bailábamos en una habitación fría, oscura y en silencio.
Y establecíamos normas y le dábamos forma de futuro al aire que era lo único que teníamos.
Y nos íbamos a descansar a lo de algún vecino con pileta sin olas.
Y se nublaba más temprano de lo que recuerdo.
Y festejábamos juntos lo que jamás compartiríamos.
Y volvíamos distintos creyéndonos parte del aire con forma de futuro, siendo nada más que aire. Y olíamos aire, y sentíamos aire, y mirábamos aire, y escuchábamos aire.
E Hiciste amistad con mi ingenuo intelecto, que te amaba como un perro a su amo, y también con con mi violento inconsciente que todo lo golpeaba.
Y me diste calor y me diste asco. Y me diste ganas y vacío.
Y yo que quería una muer entera y me conformé con una puta con tarifa plana.
Y te fuiste un día como un premio perdido.
Y me quedé sin haberte echado.

sábado, septiembre 19, 2009

UNA VENTANA

Entre todas las ventanas de tiempo de las que se conforma su vida, existe una, de días y noches incontadas, repleta de un negativismo tan gráfico que se plasma cuando lo encuentra recostado en una pared del lado de la sombra blanca que escapa el alcance del farol de una calle perdida en un horizonte a pocas cuadras. Una ventana de represión química que lo enajena, nadie-sabe-cuanto, y de la que cada vez menos lo conforma. Mientras se vela el royo de fotografías tomados a través de la ventana, un par de recuerdos blanco y negro permanecen en su memoria, pero se vuelven rápidamente incomprensibles ante la falta de contexto. Voces que se ahogan, luces que se pierden tras alguna curva, y tan solo un vidrio que lo separa de una ruta recta e infinita desde esa perspectiva. Ni en cuclillas ni de rodillas, mira para bajo, mientras a su lado, alguien asesina al cielo.

jueves, septiembre 10, 2009

Del sol, la luna y las botellas

Abrió la puerta de la cocina al dia siguiente, algo dormido, como tropezandose y el aroma del vino tinto intentó despertarlo con una especie de golpe desganado y mal servido sobre la nariz y parte del cuello. Las copas en la mesada casi fria, posaban dentro de un triángulo de sol, como queriéndo broncearse por fuera. A su lado la botella ya cadaver de una noche mafiosa que no quiso testigo de aquella tranquila guerra ni la subsiguiente dulce paz. Ella en otro cuarto, con el pelo sobre su rostro, dormía con las manos bajo la almohada mientras sus mejillas soportaban todo el peso de un cuerpo varíos días en vela. Su respiración no llegaba a ser ronquido pero definitivamente vencía cualquier suspiro oido por aquellas sábanas alguna vez. El miró por la ventana, tomando aire y llevandose ambas manos al rostro, estirando alguna lágrima reseca e involuntaria recostada en una nariz pirámide cuya cúspide se enterraba en una frente cada vez más preocupada por aquella manía de no pensar en un futuro más lejano que el dictado por el sol y acatado por la luna. Ella despertó y su mano acariciaba el otro extremo de una cama vacía. Se despertó sobresaltada. El bebió de a cortos sorbos el vino estancado en el fondo de las copas. Ella se puso de pié, el las llevo a la sombra para que no enfermaran, ella salió del cuarto, el dejó la cocina. Casi chocan en el living y aún borrachos estallaron en una carcajada cómplice, parte de un pacto que nadie más comprendería jamás.-

domingo, septiembre 06, 2009

CONTROL

Ese control huérfano de mano humana que se apodere de el, posado en las lejanías pareciendo normal pero siendo enorme. Pareciendo pequeño cuando normal. Control incontrolable y controlador, que tienta enferma y ahoga, que mata o que duerme sin pre-aviso y por tiempo indeterminado. Control que se auto-controla pero sigue jugando a existir y des-creerse vivo para hacer su parte de la historia. Se aleja y se acerca pasando de normal a pequeño y de pequeño a normal, como un latido, como una pulsación que quiere recordar a alguien que aún sigue ahí, dispuesto a morir, llevándose el orden y dejándole en profunda confusión tendido mirando sus manos tan fuertes e impotentes como quiso hacerle creer. Como realmente era.