jueves, agosto 25, 2011

Fiebre

Se sentó al borde de una silla, con las rodillas algo flexionadas y apuntando hacia afuera, llevó ambas manos a su frente y se apoyó en la mesa con los codos. Sentía cómo estaba enloqueciendo, pero a su vez, este nuevo estado lo hacía sentir normalidad, balanceando las sensaciones como un espiral de témperas de distintos colores que se funden en uno mientras giran y se escurren por el desagote de una pileta. Sin mirar buscó el vaso que recordaba había dejado con algo de vino, pero su mano solo encontró aire y el, que ya estaba rendido, simplemente se desplomó y se quedó dormido. No soñó, pero vió imágenes. Comenzó a caminar por una vereda que se iba haciendo angosta, como si la perspectiva no fuera una mera ilusión óptica producto de la distancia y el punto de fuga; la distancia ya no existía, tampoco el tiempo. Pensó en Dalí, y los relojes derritiéndose en las ramas de los árboles desnudos de otoño. De pronto lo subreal cobraba perfecto sentido y esto lo preocupaba, pero a su vez lo tranquilizaba sentir esta preocupación, porque lo conectaba y le demostraba que un delgado hilo atado a su pasado cuerdo aún seguía intacto y, aunque se afinaba y tensaba con cada paso, le permitiría volver. De pronto pensó: ¿Cómo es que avanzo si no hay distancia ni tiempo? ¿Cómo se afina el hilo si no avanzo? El espiral de témperas se mezclaba y des-mezclaba a intervalos irregulares de inexistente tiempo. Se deformaba, tomaba temperatura, burbujeaba como hirviendo y finalmente explotaba manchándolo todo. Se sintió temblar, relajó su cuerpo y se levantó. Sabía que no estaba durmiendo, y que tampoco se había despertado. Caminó en zigzag como borracho hasta su cama y se arrodilló en la orilla. Haciendo equilibrio mientras tiritaba intentó alcanzar el velador y sin saber si lo había prendido, buscó refugio en una frazada rota. Respiró profundo y se olvidó de todo. -Cuando me encuentren será un misterio- repitió en voz baja hasta quedarse dormido.

martes, agosto 16, 2011

Manteniendo JUSTO a medio país

Es cada vez más evidente el doble discurso (no me gusta usar doble standard, me parece una mala traducción) que parecen tener algunas personas (habitualmente bien posicionadas económicamente, pero sin decir TODAS, porque sería falso, ni marcarlo como un atributo excluyente, ya que mucha gente que no llega a fin de mes piensa igual). Por ejemplo:
Si ellos individualmente realizan un acto "noble" como una donación, "brindando ayuda a personas que lo necesitan", son personas de bien, sensibles y conmovidas por la realidad de sus hermanos del subdesarrollo. Si el Estado, en cambio, realizara esta tarea, estaría "manteniendo vagos" para comprar votos. Es decir, ellos como individuos pueden realizar una campaña de marketing basada en mostrarse como seres humanos, pero el Estado no debe hacer lo que es SU TRABAJO Y RESPONSABILIDAD intentando disminuir LA brecha. Y si lo hiciera, y lo lograra, luego se enojarían cuando durante un proceso electoral, obtuvieran la mayoría de votos por haber hecho precisamente lo que un Estado debería hacer.
No hablan de corrupción, de políticas internacionales cuestionablemente aplicadas, de aborígenes masacrados. No. Hablan de "mantener vagos". Es claro para mi que no hablan siquiera desde una oposición política. Hablan desde el odio social. No les molesta que un Estado, cualquiera sea el gobierno que lo maneje, erre. Les molesta que ayude a quienes ellos, hipócritamente odian. De otra forma, tampoco me explico cómo es que pagan contentos un aumento de ABL, que simplemente va a los bolsillos de un niño rico, pero piensan que están manteniendo a "la mitad del país que no trabaja"
Y luego, de este mismo sector, y como para descomprimir la presión generada por este doble discurso que adolece de sustento, convierten en moneda al concepto de justicia. Lo convierten pagando, haciéndola vulgar, pero sobre todo, poniéndole dos caras (si, otra vez): No es justo intentar dar posibilidades a quien no las tiene, ya sea porque hizo las cosas mal, o porque sufrió los abusos de este mismo sector, que pisó sus cabezas para posicionarse. Lo justo es abandonarlos, prohibirles la salud, la educación, el trabajo, la dignidad. Y más justo aún es encerrarlos, por delincuentes, drogadictos, pero sobretodo por vagos. Porque son el enemigo. Quienes salen a pedirles monedas mientras toman algo en un bar, o quieren limpiar los vidrios de sus autos, o robarles (todo en una misma bolsa).
Que nos quede claro de una buena vez. La bolsita tenía 10 monedas, y eramos 10 personas. Si tenés 2 monedas, es porque alguien no tiene ninguna. Si tenes 5 monedas, es porque la mitad de la gente no tiene nada. ¿Tenés que sentirte culpable? No necesariamente. ¿Tenés que devolverlas? Queda a tu criterio, podes sentir que las ganaste honestamente y yo no te lo puedo negar. Pero recordá siempre que en algún momento, alguien agarró de más, y JUSTICIA es que a quien le sobre, comparta.
¿Seguís pensando que sos de la mitad del país que mantiene a la otra mitad?

Dedicado a mucha gente, incluso seres queridos. Pero sobretodo, dedicado a todos aquellos que hayan pegado en su muro algo como esto:


jueves, agosto 04, 2011

Amores conjugados atemporalmente

¿Será casualidad, o acaso alguien lo ha pensado bien cuando conjugó el verbo "amar" de manera tal que, cuando se hace plural, se vuelve atemporal (referido a su primera persona)?

Ella decía: "Nosotros lo amamos, si que lo amamos", y yo me preguntaba si se refería a que lo habíamos amado, o a que lo seguíamos amando. No importaba (ni importa) realmente, ya que ambas interpretaciones eran (y son) ciertas. Pero al parecer, cuando una multitud que nos incluye, ama a un sujeto, lo ama sin circunstanciales de tiempo. Y creo no faltar a la verdad cuando digo "Todos nosotros lo amamos", y sin importar cuándo, porque será cierto siempre.

Hasta luego loquito, nos vemos cuando llegue el momento. Nos vemos siempre.
Nos hiciste tan felices que te prometo que estaremos tristes poco tiempo, pero te recordaremos toda la vida.