lunes, julio 02, 2012

BALANCE


¿Cuánto tiempo se está en paz con esa vida de dientes blancos esperando que todo explote, porque lo que en realidad se quiere es beber café y fumar cigarros? ¿Y cuánto se aguanta despertar y ver que los zapatos en el piso tienen los cordones atados? La piel se estira, se quiebra como la tierra seca, y tiene surco. Pero la tierra no elige una vida bajo el Sol o el mejor riego. La piel sufre por la elección, sufre libre, sufre el surco de la edad o de la sonrisa, cuando no, de ambas. Hemos de buscar ese ratio, surco sobre sonrisa, lo más cercano a uno (1), porque no tiene sentido quebrarse sin sonreír, ni sonreír sin quebrarse.