miércoles, octubre 17, 2007

UN NUEVO AÑO

Llega un poco más tarde, pero acorde a todo lo que va ocurriendo. Este blog, que inició como descarga, lugar de vuelco, espacio abierto, y que se convirtió en esto que hoy leo y escribo, tiene 4 años de vida. Estos últimos posts, son raros, no solo por su contenido, sino también por como se fueron dando las cosas. Recuerdo el 16 de octubre de aquel 2003 como si hubiera pasado ayer. Hay imágenes que no se pueden borrar. Una mañana medio gris, en una oficina a la que hace tanto tiempo no voy, una casa de familia, un hombre iniciando un camino largo, pero elegido de alguna manera.
Hoy, dos oficinas más adelante, tantas cosas han cambiado, una casa propia, y una libertad continua que va mutando. Nada más.

miércoles, octubre 10, 2007

PERDONES INSUFICIENTES

"No olvidé, será por eso que aunque yo rezo no creo en el perdón..."

De los seres humanos hablé bastante y suficiente tal vez, aunque siempre queda un poco por agregar. En el grupo del que hablé bastante y suficiente tal vez, aunque siempre queda un poco por agregar, siempre me incluí, al momento de hablar bastante y tal vez suficiente, aunque no siempre al momento de vivir. Era un Dios ególatra. Soy un humano egoísta. El tiempo es como una hormiga, que a veces de pequeña y lenta (a los ojos de un ser más grande) avanza imperceptiblemente hasta que llega a un destino. El tiempo de repente se posa sobre una fecha, y en ese momento, nos damos cuenta que hemos crecido, o envejecido, dependiendo de lo que se haya hecho.
Un gran cambio, o gran cantidad de pequeños cambios. Gran cantidad de grandes cambios, y un solo alma que los absorba. ¿Necesito más almas?
La realidad se nos presenta como un único escenario ya procesado, aunque ante distintos ojos, existen distintas realidades. ¿Qué tan capaz soy de ver las realidades de los demás? A veces las palabras sobran, a veces faltan, y a veces simplemente son inútiles. Porque las ideas y los conceptos son continuos e infinitos, y las palabras y los lenguajes son discretos y finitos. Pero no importa cuanto uno intente, no importa cuanto camine, no importa que haya pasado, nunca es suficiente si un objetivo no fue cumplido. Y tal vez de eso se trate esta gran contradicción. ¿Cuál era el objetivo? ¿Qué todo saliera como esperaba o saber como salía? ¿Era todo realidad o esa armonía creada por la distancia y las ganas que esta genera? Pero hasta allí hay un cobarde escape. El de entender que nadie sabe como pueden resultar las cosas. El comprender que las inversiones son compartidas muchas veces, y que las pérdidas son absorbidas por los socios. Que el horrible lenguaje no me permite dirigirme o indirigirme correctamente. Pero las nuevas contradicciones. Esas son realmente atroces. Un ser humano se compone, por simplificar las cosas, de defectos y virtudes. La ponderación sobre cada cualidad, depende de nuestros valores. La honestidad, el respeto, la justicia, la bondad. El vacío, la aceptación, la esperanza, y una horrible forma de mirar hacia el costado cuando la imagen está al frente, y de mirar al frente cuando la imagen está al costado. Sean cuales sean, nadie tiene derecho a juzgar, nadie tiene el poder, ni debería tenerlo, para cambiar a las personas. Pero este sujeto, “nadie”, se somete a la misma composición de defectos y virtudes. A veces hay cosas irreversibles, a veces simplemente no se quieren revertir. Pero a veces hay un punto en el medio en donde uno entiende que se equivoca en aspectos aparentemente secundarios, pero realmente importantes. Y luego, la necesidad de afrontar estos errores, y pedir disculpas. Pero disculpas ¿Por qué? ¿Por qué las cosas no se dieran como se esperaban? Sería absurdo, porque sería asumir la responsabilidad del control del futuro, y eso, cuesta entenderlo, es imposible. Intermedios como ¿No hacer todo lo que está a nuestro alcance para que las cosas se den más cerca de lo esperado? Depende del cristal, tal vez eso fue hecho.
¿Y los límites? ¿Hasta donde llega un ser humano? ¿Hasta donde llego yo? Cruzado ese límite, son interminables los perdones que se pueden pedir, pero también insuficientes. Hasta aquí, una actitud. Pido perdón, pero eso solo no sirve. En su momento, intentaré reparar lo reparable. Intentaré explicar lo que hoy es inexplicable. Intentaré expresar mi verdad ante quienes quieran oírla. Hasta ese entonces, estarán los pacientes, y los que se harten de mí de una buena vez. Los que me acepten como humano, y a los que mi imagen de No Dios, les repugne. Los que entiendan sin explicar, los que necesiten explicación, y los que no quieran explicación.

Sin duda alguna, me cuesta. Pero me gustaría poder secar las lágrimas de tus ojos. Me gustaría apoyarte en tus proyectos. Me gustaría ayudarte con las piedras. Me gustaría verte feliz. Me gustaría enterarme un día, que tus sueños se convierten en realidad, que tus nostalgias valieron la pena. Que tus heridas han sanado. Que ya no soy nada más que parte del pasado, y tal vez de un distinto presente. Me gustaría saber que existe en nuestra memoria ese lugar en donde siempre nos vamos a encontrar.
Realmente no quiero acabar un mundo. Pero alguna vez quise iniciar uno y no lo logré. Otros mundos existen, y en cada uno de ellos miles de personas nos rodean. Miles de personas nos quieren. Aunque parezca ridículo, soy parte de los que te quieren. Pero hoy no puedo acompañarte en este dolor. Duele no poder acompañarte en este dolor. Pero todo pasa, y cuando pasa, el sol vuelve a brillar. No dudo de las personas que conozco. No dudo de vos. Vas a poder. De hecho, cambio el tiempo. Vos podés. Y yo prometo que cuando pueda, todo lo que esté a mi alcance para todo esto que dije, me gustaría hacerlo. Cuando entienda, explicaré. Cuando no duela, estaré.

Perdones insuficientes, pero perdones al fin. Es todo lo que tengo hoy.

martes, agosto 28, 2007

LAS POSES

"...I've got electric light.
And I've got second sight.
And amazing powers of observation..."


Y entonces entras en pose. Sos un ser que vuela por sobre una ciudad, un país o incluso un planeta. Miras lugares donde comer, alguna rama donde descansar, pero sobretodo observas. Porque de eso se trata. Y allí aparece la gente, con sus bondades y sus miserias, virtudes y defectos. Y los aceptamos, solo cuando los entendemos. Pero luego no hay que olvidarse de que tan solo observamos desde una pose, y no estamos exentos de ser parte del grupo observado. No parece estar tan mal ahora tomar una pose. El problema es cuando en pose se vive, y nunca se puede salir de ello. Se amalgama tanto la personalidad y el personaje, que de pronto hasta uno se acostumbra a posar, lo forzado deja de parecerlo, y allí, frente a nuestros propios ojos, nuestro amigo, conocido, o en casos extremos, simple persona, pasa por desconocida. Luego, somos humoristas, profesionales, doctores, mentirosos, escritores. Solo poses. Si despojáramos a la realidad observable, de nuestras poses…

sábado, agosto 11, 2007

LA HOJA EN BLANCO

Como esos dibujantes que enseñan a dibujar mediante una animación basada en sus propios dibujos, ellos muestran el lápiz, pasando sobre una hoja también dibujada, y muestran cuadro por cuadro, como deben de armar las figuras.

La hoja en blanco representa nuestra herramienta o nuestra oportunidad.

Si tenemos una historia que contar, necesitamos rápidamente anotarla, como idea al menos, para luego ir esculpiendo si es necesario, y agregando o quitando partes, y culminar nuestra obra. Hasta aquí, un simple elemento. Pero la hoja en blanco no juega el mismo rol cuando ninguna historia hay para contar, pero desea algo ser contado. Por ejemplo, había una vez una historia que deseaba ser contada. La idea se apoderó del escritor, que ávido en reflejos, notó que estaba poseído. Inentendiblemente, comenzó a sentir algo extraño. Buscaba la explicación, pero no lograba descifrar lo que ocurría. De repente notó que tenía ganas de escribir, pero no sabía acerca de que. Agarró rápidamente la hoja en blanco, y como en una suerte de exorcismo, vomitó sus ideas sobre ella.

Claro está, la hoja en blanco era la oportunidad, no que el escritor sino la idea, estaba buscando. Porque en ciertas ocasiones, las ideas tienen algo en común con los humanos. El instinto de supervivencia. Una idea, sabe que si vaga errante por el mundo, sin apoderarse de nadie, muere velozmente y nadie es siquiera conciente de su corta existencia. Pero al aterrizar, al encontrar a su víctima, se genera esa innecesaria necesidad de darse vida. Un auto-embarazo, y un inmediato nacimiento. La idea una vez que nace, es imperecedera. Vivirá por siempre. Su víctima, es recompensada. Algo de ella, nunca morirá.

lunes, julio 23, 2007

De la justicia (alguna parte, primera si hubiera más).

Dejar pasar un pequeño tiempo del momento en que nos damos cuenta de algo, es el gran secreto para un análisis lúcido, si esto es lo que intento hacer, y si así fuera, si lo lograra.

Factores que nos muestran cuán complicada es una situación, algo así como índices cualitativos, hay infinitos. Pero me sorprendía el otro día de mi gran hallazgo, algo que cualquiera de quienes leen podría entender como trivial, o incluso básico. Cuando el accidente y el atentado se rozan, evidentemente hay un sistema que está fallando. A esto llamamos justicia. Un sistema complejo, lleno de huecos, que se intentan emparchar diariamente, con cada sentencia incorrecta, con cada falta de sentencia, o con la mera manera nefasta en la que se llevan a cabo las investigaciones.

Supongamos que un individuo sale a la calle armado con un cuchillo, o un arma de fuego. Tiene en su cabeza asesinar a otro individuo. Llega al objetivo, le apunta, dispara. Tal vez diez, veinte o noventa años borrados en un instante. Toda una vida, ya que para nuestra situación, obviamente hemos llegado a la muerte. El sistema todo lo cataloga. Homicidio Doloso, significa que se ha cometido un asesinato. La víctima, un ser humano. Hubo intención.

Una persona sale de su casa conduciendo su automóvil. Los frenos no funcionan del todo bien, al llegar a la ochava, una persona. Impacto. Muerte. Homicidio culposo, producto de la impericia (exceso de velocidad sería negligencia, aunque las diferencias parecen ser banales para este gran sistema). Hubo un asesinato. El objetivo se dio estocásticamente. Hubo culpa. Pero no hubo intención.

La sentencia se corresponde con una condena. Claramente, para la justicia el Dolo es un gran agravante de la situación, aunque increíblemente, por más sencillo que parezca, esta figura es increíblemente difícil de demostrar. Se alega emoción violenta, tan solo basta con descargar un cargador entero sobre un cuerpo, e incluso gatillar un par de veces luego de quedarse sin balas.

Pero luego, las cosas comienzan a complicarse. Una persona cierra con candado una salida de emergencias, otras tantas van al lugar acompañadas con niños y bebes (los cuales se quedan en una guardería improvisada), el dueño del lugar, permite el ingreso de cuatro veces la capacidad habilitada. Una banda medianamente popular convoca abiertamente a un show con bengalas (hay constancia de ello en grabaciones). Cientos prenden bengalas, una es arrojada al aire y entra en contacto con una media sombra que cubre el techo debido a que días atrás el lugar se había incendiado. Los inspectores no clausuraron el lugar. Los supervisores, no supervisaron. La media sombra comienza a arder y en cuestión de segundos, cae prendida sobre toda la gente. La gente comienza a arder, algunos pueden escapar, el humo tapa el lugar. Los bebes en los baños no saben lo que está ocurriendo. Las puertas no se abren. Las personas se desesperan. El saldo, puede ser calificado de distintas maneras: Horrendo, numeroso, triste. IMPERDONABLE.

Aquí aparece una nueva figura, el Dolo eventual. Significa que nadie tuvo la intención, pero que podía preverse que un suceso iba a ocurrir ante determinadas circunstancias.

Tiempo atrás, las cosas también eran complicadas. Una mañana como todas, hasta ese momento, pero única a partir de ahí, para todos, o para todos los que así prefieran verlo. A la vuelta de nuestros trabajos, nuestros hogares, en nuestra ciudad, en nuestro país, en nuestro mundo. Un edificio lleno de almas estalla. Una bomba ubicada en una camioneta, según se estima, impactó en el frente de dicho edificio. Una detonación. Decenas de muertos. Centenas de heridos. Un atentado. Hubo dolo. La intención explícita de hacer daño, de destruir. De acabar con todo. La justicia comienza una investigación de la misma manera en que lo hace habitualmente. De brazos cruzados, y con la venda de los ojos, a la altura del cuello, amenazándola. Años han pasado, y ni las víctimas aquel día presentes, sus familias, sus amigos, y nosotros, la sociedad, reciben una explicación. Ninguno ve los resultados de la justicia. Las pruebas lentamente se borraron, se perdieron. Se encubrieron. Se presume que los cargos más altos de aquel gobierno, estaban tan implicados, que hicieron todo lo necesario para que nada saliera a la luz. Una “negligencia” enorme. Una gran “incompetencia”. Una verdadera falta de respeto. Tal vez si ese hubiera sido el primer atentado, se comprendería que no se estaba avisado. Que los organismos responsables de la seguridad de la población, no se lo podrían haber imaginado. Estos organismos, no podrían ser culpados de nada.

Pero esto no es cierto. Pocos años antes, un episodio similar. Otro edificio derrumbado. Otras decenas de almas que ya no están entre nosotros. Es decir que por parte de estos organismos, hubo imprudencia, ineficacia. Es decir que en el segundo atentado, estos organismos sabían lo que hacer, y sabían lo que podía ocurrir. ¿Es pendenciero decir que no hicieron nada para detenerlo? Se puede hablar de culpa en estos organismos. Claramente, diría yo. Pero quisiera agregar una pequeña relación. Cuando hay factores que indican que algo puede ocurrir, se puede hablar no solo de culpa, sino también de un Dolo eventual. Así como se pudo hablar de un dolo eventual en el incidente de la multitud entre los fuegos. Entonces, existe una doble figura. La claramente dolosa, de quienes organizan un atentado, y la posiblemente o eventualmente dolosa, de quienes no hicieron nada para impedirlo.

Así como la culpa y el dolo se rozan, se rozan los accidentes y los atentados, y esto es lo que nos hace peligrar. Imaginemos si cualquier choque automovilístico no pudiera ser catalogado como culposo por ser en parte doloso, ni como doloso por ser en parte culposo. Imaginemos como cualquier día un asesino es tildado de “demente” y no llega al lugar a donde debe ir (que lamentablemente es un subsistema tan fallido como el sistema Judicial). Imaginemos como cualquier violador puede estar libre porque no era su intención, sino que no sabía lo que hacía. Imaginemos como cualquier ser humano, puede caer prisionero de este sistema en orden inverso. ¿Y si un peatón imprudente es quien es atropellado por un auto en perfectas condiciones con un conductor prudente? ¿No podría ser este conductor injustamente juzgado? ¿Es compatible ser injustamente juzgado?

Ya tantas cosas han pasado, algunas impunemente, otras no tanto. La lista se hace interminable, y por más que uno no quiera, la memoria falla. Y cuando la memoria falla (ya sea porque es escasa o porque las injusticias son demasiadas) estamos en problemas mayores. Pero se puede. Puede darse el día en que la justicia sea justa. Y ojala llegara alguna vez, la era aquella en donde fuera innecesaria como sistema, ya que cada individuo se rigiera por valores reales.

jueves, junio 14, 2007

BUSCANDO

Buscando, llegando, encuentro y no me salgo
Pues ya no tengo límites, lo hago imprescindible
Que sería de esta vez o aquella
Si toda mi vida hubiese sido una belleza
Siento mi peso correr, es estado de mi mente
No se echó todo a perder
Busco remediar una cicatriz, belleza espiritual
Legado espiritual me di
Una saga creando la llaga terrestre
Me quiero encontrar en el lado eficiente
Perdí un tiempo, gané un sentido
Estuve sentado, partido, resentido
Escuchando el aire aprendí a elegir
Mis relatos ordenados comenzaron a regir
La esencia está cerca de tu temor
Destruye el imperio del gran tumor
Algo se refleja y no es tu sombra…"

Al menos llegó ese día en donde todo dejó de dejar de sorprenderme. Hace mucho tiempo comencé una búsqueda que parece estar llegando a su fin. Pero mucho antes, tuve que dejar de buscar infinidad de cosas. Entre las razones para tomar tal decisión, parece ser que hay veces que las búsquedas se convierten en obsesión, y como siempre, la obsesión se ubica en un extremo. Cerré algunas puertas con mis conclusiones. El fantasma de un árbol crecido, pero con raíces inexistentes, existe. Y es que recuerdo que las respuestas a mis preguntas no llegaron jamás, simplemente, dejé de preguntar. Tal vez algo empujado, pero eternamente agradecido, seguí adelante, negando mi naturaleza inquisitiva, y peor aún, negando mi naturaleza de lucha. Depuse la espada, anteponiendo la pluma, y las batallas cesaron pues las descargas habían comenzado. Pero tiempo más tarde, recibí el mismo empujón, porque de haber sido necesario, habría levantado nuevamente la espada. Concluyo hoy, en esta posibilidad de elegir que batallas pelear. Pero al firmar una tregua, siempre escondo algo, y eso, tarde o temprano resurge. Hace mucho tiempo, deformemente las tropas contrarias se rearmaron y me reclamaron lucha. Pero hay tantas voces, y es tanto el ruido que al final por fin el fin. Jamás volví a levantar mi espada, pero nunca logré soltarla. La palabra llega lejos, y el ímpetu de mi voz comienza a ser más letal aún cuando tiene otras intenciones. Pero se escuchan los golpes. Siento que me atan, me conectan, oprimen algún botón y me contienen. Hay búsquedas que terminan. Búsquedas que comienzan. Búsquedas que resurgen.

Podré perder todo en alguna batalla, pero prefiero que así sea, de golpe, antes que la tortura del lento desmembramiento que la negación del propio ser genera, se apodere de lo que queda de este nuevo y humilde mortal.

¿Volverá a llegar tan lejos el sonido de las espadas chocando? ¿Volverán a escucharse esas paredes caer? ¿Volverá alguna vez el luchador? ¿Volverá alguna vez la fuerza que alguna vez supe tener? ¿Sabré estar a la altura de tal don?

lunes, abril 23, 2007

VOLVER 2

Se supone que al estudiar su definición, "volver" implica regresar a un lugar en donde ya se ha estado. A un estado donde ya se ha ido. A un lugar ya conocido, en ámbitos recordados (o al menos recordables).

Entonces puede ser, que a veces uno no encuentre la palabra justa (tal vez no exista) para indicar que ha vuelto, pero no al mismo lugar. Sino que ha vuelto a un lugar nuevo. Tampoco es "llegar", aunque se parezca un poco. Es más bien como haber estado perdido y reencontrarse nuevamente en cualquier parte, pero reencontrado al fin.

Imagino una ciudad debajo de las civilizaciones. Imagino una ciudad, donde uno puede perderse a gusto y por necesidad de desaparecer. Es un lugar aislado, en donde la niebla solo nos deja vernos a nosotros mismos, pero a la vez, nos esconde de nuestras propias ideas. Es un lugar de mucha indecisión. Una zona llena de miedos, de donde no se sabe como salir, ni si algún día se podrá salir. Incluso un palacio sin paredes, del cual tal vez, no se salga nunca de manera definitiva. Un lugar que hay que aprender a conocer desde la absoluta oscuridad, desde el silencio total. Un lugar sin aromas ni olores. Sin nada tangible. Un lugar sin sabor. Una cárcel de vacío con un doble sentido increíblemente cínico. Nada te retiene, pero nada te indica como salir de allí.

De alguna manera siento haber vuelto, pero solo por saber, que llevo conmigo a todas partes este lugar, y que cada día aprendo un poco más del mismo.