viernes, septiembre 16, 2011

No olvides pegar esto en tu muro!

"Pegar esto en tu muro" se alinea perfectamente con la nueva moda: El reciclaje de pensamiento sin valor agregado de ningún tipo. Es muy simple y cómodo: Alguien piensa algo (no importa si interesante o no), o alguien cuenta algo (no importa si es cierto o no), entonces, con solo unos clicks, lo podemos compartir y pedir a nuestros amigos que lo hagan también. De esta manera, sentimos que aportamos valor a este mundo, porque gracias a nuestros muros en facebook hemos logrado: Donaciones para quienes menos tienen, una vigilia para evitar la inseguridad, militancia política, curar el cáncer, resucitar a Cristo, entre otras irrealidades sumamente trascendentes de las cuales estamos absolutamente convencidos. En realidad, y para ser justos, el mal uso no es culpa del muro. Las herramientas (y las redes sociales caen dentro de esta categoría) son simplemente eso: HERRAMIENTAS. Es responsabilidad de cada individuo intentar manejarlas con criterio, compromiso y responsabilidad, para no terminar martillando un tornillo. Tampoco es un mal uso escribir "boludeses" a diestra y siniestra en un muro (o en mi caso, un blog). Lo que quizás sea bueno evaluar, es que tan útil es a una causa importante, simplemente pasar el mensaje. Recordemos dentro de la medida de lo posible, que el compromiso social es casi la antítesis del juego del paquete, y muchas veces implica que nos quemen las manos.

Mis disculpas adelantadas por la gráfica: No soy bailarina diseñador, y usé una herramienta bastante tosca. Espero que aprecien el mensaje.

Y obviamente, no olviden pegarlo en sus muros ;)

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martes, septiembre 13, 2011

Educación: Una disciplina anacrónica

El método educativo arquetípico, pero no por eso deprecado o correctamente evolucionado, lleva al menos 200 años de atraso. Un análisis simplificado del esquema, y visto desde adentro, indica que se dicta un temario (que puede estar más o menos acorde al interés/utilidad de una audiencia), se puede generar práctica (dependiendo de la disciplina estudiada) y luego se evalúa lo aprendido, habitualmente utilizando un mecanismo de preguntas puntuales que esperan respuestas y/o problemas planteados que esperan solución. En base a la cantidad de respuestas o ejercicios correctos (o parcialmente correctos) se asigna un puntaje y si el mismo, supera un umbral, se considera la temática aprobada. Y aquí, quizás la primer y mas importante observación: Se premia el acierto sistemático, y se castiga el error por omisión, confusión y muchas veces, diferencia de criterio respecto del evaluador. Este modelo coincide o responde armónicamente al proceso industrial, en donde cada error o diferencia de criterio (dentro de una línea de montaje, por ejemplo) representa el inicio de un problema que será arrastrado hasta el final de la línea (en el peor de los casos) produciendo pérdida de tiempo y en la mayoría de las ocasiones, bajas en las materias primas que se someten a procesos irreversibles (o de difícil o cara transformación inversa). La revolución industrial encuentra sus orígenes temporales en el año 1750.
¿Pero son las empresas que contratan profesionales adentrados en esta forma de pensar, aquellas que lideran los mercados actuales, no solo desde la perspectiva financiera sino también desde aquella que evalúa el factor de revolución? ¿Son las empresas que han logrado posicionarse en mercados desconocidos o aquellas que han inventado mercados las que no arriesgan, las que "castigan" el error?
No es noticia que quienes piensan las nuevas soluciones, incluso quienes inventan o detectan las nuevas problemáticas, no trabajan erguidos con la espina paralela a la regla. "Ser creativo implica estar dispuesto a equivocarse. No significa equivocarse, pero si estar dispuesto". Resulta complicado pensar que una persona que es educada desde sus 6 hasta sus 30 años con el método "cada error resta un punto", pueda estar dispuesta a equivocarse. Estamos viviendo y nos regimos por un sistema que inhibe algo que es innato, y se ve presente en todos los niños. Algo que se va perdiendo con el correr de los años.
Entonces, ¿Como enseñamos y aprendemos arte mediante el "castigo" por equivocarse? ¿Cómo enseñamos a alguien a pensar fuera de la estructura, a inventar soluciones, a encontrar nuevos problemas?
También nos encontramos en una era en donde sabemos que la plusvalía de un grupo de personas, no aparece en su homogeneidad, sino más bien, en las diferencias, ya sean éstas de carácter personal, nacionalidad, etnia, cultura, etc. Entonces, ¿por qué enseñar a todos con el mismo método? ¿por qué evaluar a todos con el mismo mecanismo? ¿Es un mero pragmatismo ante la creencia de que existe la imposibilidad de generar un esquema flexible que permita personalizar la educación para aprovechar el potencial individual? ¿Vamos a seguir desperdiciando talento y potencial por este pragmatismo, cuando el avance en la tecnología nos permitiría personalizar la educación?
Cuando escucho hablar de reformas en educación, suelo entender que se piensa en "actualizar temarios", "cambiar de dueños". Pero no suelo escuchar un análisis profundo respecto del contexto en el cual nos desenvolvemos, y las verdaderas necesidades de capacitación.
Esta es una temática sobre la que he hablado mucho y con mucha gente. Pero fue una gran alegría saber que no solo un "normal" como yo, piensa que algo no funciona como debería. Les recomiendo que no se pierdan esta charla del grupo de TED: "Ken Robinson dice que las escuelas matan la creatividad"