domingo, octubre 31, 2004

LA SERVILLETA

La muchacha tomó el cuchillo y entre todas las porciones de la torta, eligió una. Viendo que no podía comerla de un solo bocado, le dio un mordisco. Su boca quedó manchada de dulce de leche y la mesa sufrió una lluvia de migas. La muchacha dejó la porción a su alcance, tomó una servilleta, la acercó a su boca limpiándola. La servilleta tuvo contacto con sus labios y con el dulce de leche. Supo que era útil y hasta tal vez más apreciada que la porción. Acto seguido, la muchacha limpió las migas de la mesa con el mismo trozo de papel ya utilizado. Mientras volvía a agarrar la porción, arrugó la servilleta y la arrojó al cesto de basura. La servilleta no volvió a saber jamás de los labios de la muchacha y nunca comprendió que fue de la vida de la torta. La servilleta era más útil. La torta era más rica.

jueves, octubre 28, 2004

EN CONSTANTE MOVIMIENTO

No se si es porque tanto tiempo sentado me fue endureciendo la espalda, o simplemente una cuestión de incomodidad. Pero soy de esas personas que no pueden estar en la misma posición durante más de 2 minutos y medio. Empiezo con una ligera molestia, luego un poco de dolor, y termino con una sensación de incomodidad agravada por el obtuso intento de mantenerme (sabiendo que no voy a poder).
Entonces rápidamente roto y paso mi peso de un lado a otro como tratando de emparejar la situación. Cruzo las piernas, las arrugo en una pseudoarrodillada que termina en desequilibrio. Estiro los brazos, cierro las manos en puño, los vuelvo a cruzar. El izquierdo sobre el derecho, el derecho sobre el izquierdo, los dos paralelos. Inclino la cabeza, la mantengo erguida, la relajo.
Y luego la analogía. Me hace sumamente infeliz sentirme quieto, inerte. Es como una muerte en la cual se continua con el ciclo de la vida (lo cual la hace una muerte conciente, y la peor de las torturas). Es por eso que intento cosas nuevas, me impongo desafíos, me exijo y aunque parezca algo publicitario, me animo a más.
Les cuento que en estos días que pasaron, evalúe mi trabajo, mi estudio, mi mente, mis sentimientos. Mis compañías, los afectos, las virtudes, los defectos.
Cambié mi trabajo porque me sentía ahogado (te agradezco desde muy adentro que semana tras semana me enviaras por mail las ofertas de la bolsa de trabajo. No porque el resultado haya sido bueno, sino porque comprendí al fin la verdad de un acto desinteresado, y sabiendo que conocías mi ahogo, intentaste sin pedir nada a cambio, que pudiera revertir una situación que tanto me apenaba).
En este nuevo lugar, me encuentro cómodo, ansioso y contento. Vuelvo a encontrar esa pasión que le ponía en algún tiempo a todo lo que hacía, dando en cada momento lo mejor de mí.
Reflexioné sobre mis sentimientos y descubrí mis negaciones. No solo que puedo volver a empezar, sino que estoy dispuesto a hacerlo, porque se que todavía me quedan tantas cosas para dar*.
De paso les cuento también que volvió Nico (era ya un grupo grande de gente que esperaba su regreso) y está muy bueno saber que ha necesitado tanto de nosotros como nosotros de el. Me quedo con una frase que escribió en una carta (publico esto nada más para que se entienda cual es mi sensación luego de su viaje sabiendo que esto lo escribió el y no yo): "En este viaje aprendí algo. No solo quiero a mis amigos, sino que los necesito". 15 palabras que resumen muy bien la situación mutua.
Y ya que les cuento novedades, me permito informarles que me han confirmado la venta de un automóvil que en los próximos días (cuando termine de arreglarlo), tendrá mi nombre en su título de propiedad. (Un Renault 9 bordó, cuidadito, prolijito y con 2 puertas que vienen atrás a las que tardaré en acostumbrarme, pero que me serán de mucha utilidad para esas interminables vueltas remis).
También estoy remodelando un poco el guardarropas, y decidiéndome a dejar de usar esos agujeros en la mayoría de mis pantalones.
Cuidado corporal viene tranquilo. No tengo tiempo de volver al gimnasio así que antes de dormir al menos hago algunos ejercicios de marcación como ser Abdominales, flexiones de brazo, etc.
La facultad está tranquila. Estoy investigando un tema que ya había abordado el año pasado (Redes Neuronales), tratando de demostrar una hipótesis: Una máquina no solo puede emular el pensamiento humano, sino que también podría ser entrenada para que desarrolle creatividad (si a alguien le interesa, ya le contaré más adelante, pero es una movida que combina 2 campos que me interesan mucho. Sistemas y Psicología (paréntesis dentro de paréntesis: el pibe es un bicho raro!!!)).
La vida amorosa sigue en su lugar, exceptuando que cambian mis sentimientos y comienzo a notar un leve interés por alguna que otra muchacha (Buena señal, aunque algo confusa todavía).
El mundo B: descubrí blogs muy conocidos y otros no tanto, pero todos de calidad excelente. Me divierto comentando por esos nuevos pagos (sin desatender a mis maestros, mis musas, y mis demases). Les cuento también que estoy ternado para premio "Mejor Blog masculino de contenido poético/literario" en "El Mar Azul". Un blog que últimamente me está dando muchas satisfacciones porque lo conozco de purrete, y de verlo crecer (y de vez en cuando participar en alguna que otra cosilla), lo siento muy propio. Me pone feliz que ese Blog esté EN CONSTANTE MOVIMIENTO, que además se me considere apto para la Terna y (aunque yo lo voté al Toro), hasta aquí vaya recibiendo la mayoría de los votos (cosa que puede cambiar y sino lo hace, sentiré que en este mundo no hay justicia, pero que hasta aquí me viene viniendo bien) (Gracias Naty y a todos los que me van votando. Están locos).

Un post que se ha extendido de más, pero que era necesario para mi, ya que como siempre, ustedes los que andan por la Blogósfera leyendo, ven mucho más que lo que nosotros escribimos. Ven lo que en la pantalla es una instancia de cada ser.

martes, octubre 26, 2004

NADA MÁS SIMPLE

¿Cuál fue el detalle más lindo que tuvieron con vos alguna vez? - Preguntó ella con un brillo especial en sus ojos.
- Era en mayo, entrado el otoño. Lo recuerdo bien, nos habíamos conocido en mis peores momentos. El tiempo quiso curarme y permitir aquel obsequio. Llevábamos poco tiempo juntos y el amor había crecido como un fuego que se salía de control. Me llamó, me invitó a las 20:30 puntual en su casa. Al llegar, estaba por tocar el timbre y leí un mensaje con su letra: "Las llaves están en el buzón". Suavemente para evitar que cayeran, las tomé con el extremo de mi dedo mayor. Abrí la puerta, estaba oscuro. Intenté prender la luz y sobre la llave, el segundo cartel: "No te asustes, la vas a pasar muy bien".
Con la luz apagada y tanteando las paredes, llegué a la segunda puerta: "Si vas a abrirla, hacelo rápido". Derecho a las escaleras: "Ojo donde pisás, tenés que llegar entero". El último cartel, en la puerta de su cuarto: "¿Estás listo? Una vez que entres, no vas a querer salir". Te mentiría si te dijera que lo pensé dos veces. Abrí la puerta, tenues luces se reflejaban en una habitación vacía. Solo la cama, almohadones y una manta. Nunca podré olvidar esa imagen. Estaba sentada en el suelo, usando la cama como respaldo. Tan solo una camisa de Jean cubría su joven y hermoso cuerpo. Ese mechón amarronado, caía sobre su frente de una manera especial. Sus ojos brillaban y su sonrisa acabó por un instante con la oscuridad del lugar. Me acerqué despacio, la besé en la frente, luego en los ojos, los labios, el cuello. Cubrí todo su cuerpo con mis besos al tiempo que su camisa caía lejos del fuego que poco a poco se iría apagando, mucho antes de que ese momento especial, que duró tan solo una noche entera, terminara.
- Jamás voy a poder superar eso - dijo ella mirándome a los ojos. Me besó, se dio vuelta y se quedó dormida.
La abracé y tal vez no lo sepa. Pero en ese instante cambió la respuesta. El detalle más lindo que tuvieron conmigo alguna vez, fue ese beso.

viernes, octubre 22, 2004

ENCIERROS (PARTE II - La tumba)

Leer ENCIERROS (Parte I - Los roba almas)

Debía ser un paisaje hermoso, pero mis ojos estaban cerrados. El olor de la tierra húmeda, el pasto recién cortado, y el silencio a mí alrededor me llenaba de paz. El ahogo de aquel entonces había terminado y no podía sentir dolor alguno. Comencé a moverme lentamente sintiendo las maderas en mi espalda. Las palpé con los extremos de mis dedos. Abrí los ojos. La misma oscuridad. Una prisión. Mi propia tumba.

Con cuidado y suavidad abrí lentamente la puerta y el gorrión asomó su cabeza, luego el cuello y en un instante estaba fuera de mi. Desplegó sus pequeñas alas, se elevó veloz, salió de mi vista. Segundos más tarde volvió el gorrión convertido en cuervo. Con su pico mordió los barrotes hasta convertirlos en escombros. Con sus uñas desgarró los escombros hasta convertirlos en arena. El viento comenzó a soplar. El cuervo se elevó por naturaleza. La arena llegó hasta aquí.

La muerte me sentaba bien, pero extrañaba la luz del sol. Cinco meses para decidirme y apenas un segundo para cerrar mi puño y golpear la tapa de madera de mi oscura prisión, que estalló mientras mi cuerpo arreglado, se erguía intentando escapar de la tierra. Corte mi brazo y sangré sobre los restos de la madera destruida. Fue suficiente combustible para que apenas una mirada desatara un incendio y acabara con toda prueba de mi inexistente muerte.

martes, octubre 19, 2004

Parte 5 (a no confundirse. 2 Seguidos)



Quiénes somos
Has decido meter la cabeza abajo del agua.
Sueiro habla sin cesar, te cuenta sus historias, sus problemas, y hasta acerca de las caries de su sobrino. Tu cabeza está apta para preparar un huevo frito con sólo depositarlo en ella. Decides que es tiempo de refrescarla y con algo de suerte, dejar de oírlo. La sumerges en el agua y un nuevo mundo parece abrirse. Piensas que si consigues adentrarte en las altas profundidades del océano, tal vez tus tímpanos estallen y quedes sordo por el resto de tu vida, pero puedas regresar al bote sin tener que oír las infinitas palabras del viejo panzón. Sin dudarlo te impulsas hacia abajo y a los pocos metros de carrera, alcanzas a divisar el Fitito que parece ser la solución a tus problemas. Sabes que si lo alcanzas, podrías salvar tus oídos sin tener que volver a escuchar las interminables historias. Nadas velozmente y logras sumergirte ya que tus zapatos de tap húmedos pesan casi como tus brazos. La luz comienza a desaparecer, comienza a faltarte el oxígeno, pero ni los miedos de tu cercana muerte superan a los que implica volver a escucharlo un minuto más. Nadas derecho ya que no puedes ver tu auto, tu ruta de escape, y afortunadamente golpeas tu cabeza con el inconfundible metal del techo. Tanteas el picaporte de la puerta, logras abrirla y cuando estás llegando a ingresar en él, sientes una mano en la espalda que arruga tu ropa y en escasos segundos te encuentras nuevamente en la superficie. La claridad te ciega, te falta el aire y sabes sin abrir los ojos que has regresado al bote de Sueiro. Comienzas a escuchar sus palabras como puñales sumamente agresivos que penetran tus oídos.

Ilustraciones por Erasmo

No hay escapatoria, sabes que no tolerarás mucho tiempo a este sujeto. Con los primeros aires esbozas un grito: "¡¡¡BASTA!!!" y Sueiro, que es ducho en audiencia suicida a causa de sus palabras, comienza a hablar más fuerte y a patearte en el piso de madera de la embarcación. El dolor en tu estómago es enorme, pero temes seriamente por los daños que puedan provocarle sus palabras a tu corteza cerebral. Te incorporas lentamente y encorvado abres los ojos. Sólo puedes ver su sombra acercándose, el terror se apodera de ti y te paraliza. Abres del todo tus ojos, tus pupilas se hacen diminutas, pero comienzas a divisar su figura. Se dirige hacia ti lentamente con un remo en sus manos. El viento comienza a soplar con más fuerza y el bote se tambalea de un lado a otro. Ambos haciendo equilibrio, tú estás increíblemente cansado y este súper hombre, que le ha ganado a la muerte tantas veces (y tantas otras a ser un desocupado sin talento), parece no haberse inmutado. Comienzas a pensar que tal vez no esté vivo, que pelearás contra un fantasma. Agita violentamente el remo y alcanzas a agacharte, pero sientes su roce en tu espalda. Comienza a arder cuando te das cuenta que te ha herido levemente, pero que con otro golpe podría matarte. Te incorporas, levantas la guardia y estás dispuesto a todo, pero su gran volumen vuelve a atemorizarte. Reflexionas y piensas en el modelo de la ONU que habías presenciado en la secundaria. Tal vez sea la forma diplomática la que te salve esta vez. Sabes que en caso de sobrevivir, tendrás que volver a escucharlo.


Si decides intentar una conciliación con el Soberano del Limbo y correr el riesgo de morir aturdido por sus palabras, ve al Blog "Quién lo entiende" en 3 días.
Si crees que puedes vencerlo, o que al menos luchando se verán tan sensuales como Brad Pitt y George Clooney en "Ocean's eleven" sólo que nada que ver, ve al Blog "Mantantirulirulá" en 3 días.

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sábado, octubre 16, 2004

PARTE 4A (creo)



Quiénes somos
Has decidido hacer sonar el timbre.
Una peculiar pero conocida musiquita (que no es chiquteretetetetetera) suena de manera estridente al ritmo de un "Tapa Tapita, Tapón". Recuerdas que en algunas regiones de tu pasado futuro, se consideraba a esta melodía un insulto descomunal: "Chinga tu madre, cabrón". El miedo te invade de pie frente a la caverna más elegante que jamás habías visto (y eso que has recorrido tantas en tus épocas de purrete). La pesada puerta de madera se abre y entre las sombras lo ves salir. Pelo lacio, corte taza, y el chupete de algún pobre nene del futuro al que los pulmones no le daban más de tanto llorar, colgado en un collarcito alrededor de su cuello. Lo reconoces, te mira extrañado y dándote un fuerte tirón en el brazo, te mete en la cueva y cierra la puerta.
-No levantes la perdiz que se me acaba el curro.- advierte Carlos Balá con los ojos desorbitados buscando alguien que pudiera estar oyéndolo.
-Yo te mandé el chupete cuando era bebe, bah, en realidad mi vieja. Yo no sabía como funcionaba el correo. ¿Qué haces acá?
-Yo también soy viajero del tiempo. Como la cosa se ponía jodida allá en el siglo XXI, decidí tomarme unas vacaciones y caí acá, no podía terminar disfrazado de Chapulín Colorado como Sergio Denis. Como conozco todo lo que vendrá, estos monos me adoran. Creen que soy un gurú, un visionario-. Cada vez más susurrante, Carlos te invita unas copas. Es una imagen bizarra. -Mi ídolo de la niñez está intentando emborracharme. ¿A donde querrá llegar?- Te preguntas desconfiando de manera paranoica y rechazas la invitación. Se sientan en unas rocas y entablan diálogo.
-Quiero volver a mi casa- le dices - mal que mal, es mi lugar, mi sitio. Esto es muy confuso, no me hallo en ninguna parte-
-Pero claro, si venís viajando de era en era ¿Cómo no vas a estar mal?- luego de reflexionar unos momentos, agrega una pieza filosófica de alto calibre - ¿Acaso no te has puesto jamás a pensar, que gusto tiene la sal? -.
Con tus ojos abiertos como intentando cazar la cena con los párpados, y luego de reflexionar unos segundos respondes - ¿Y me decís a mí que no levante la perdiz? ¡¡¡La sal todavía no se inventó!!! Quiero volver a mi tiempo. -
Carlos te mira, te estudia. Sientes una zonda transparente penetrando tu ... (Naah che, es Carlitos Balá, en serio) tu mirada. Te dice que una caminata te despejaría la mente, y mientras hace un gestito de idea, te comenta que no podrá acompañarte porque reservó turno con una cavernícola que estaba parada en una esquina, y que el Viagra comenzaba a hacer efecto.

Ilustraciones por Erasmo

De espaldas a la pared, y casi sin mirarlo, sales de la cueva. Te encuentras solo, asustado, tienes frío, hambre, y una sensación de vacío que penetra tu alma. Decides seguir el consejo del falso "Gurú" y dar un paseo por la zona. ¿Qué más podrías hacer?
Ya en un descampado comienzas a oír los sonidos de la evolución. Parece un motor acelerado, y te das cuenta que olvidaste donde había quedado el Fitito. Piensas que tal vez alguien lo encontró, y que ese sería tu destino final en tiempo y espacio. Por otro lado, sabes que el motor de tu ya destartalada nave, no sonaría de ese modo. Comienzas a temer, sientes que estás enloqueciendo. Corres desesperadamente, sin reprimir ningún instinto animal. Te encorvas ligeramente y rozas con la contrapalma de tus manos el árido suelo de aquella era. Corres, sientes el viento en tu cara. Los problemas parecen irse de tu cuerpo. En eso escuchas una frenada brusca, el Fitito viene a tu encuentro. Está a punto de chocar contigo produciéndote una muerte espantosamente irónica, y a último momento logra esquivarte quedando la ventana del conductor en frente de ti. Lentamente se abre y al ver el interior, divisas un hombre de Neanderthal con tu misma figura, sólo que algo desprolijo. Una potable morocha a su lado sonríe mostrando la totalidad de sus dientes, y la falta de higiene te asegura que han comido cerdo. Tras mirarse unos segundos, el conductor te dice "Dunga", sale arando y ves cómo el auto desaparece. Al tiempo que te lamentas porque sabes que no podrás regresar, te preguntas hacia dónde habrán viajado aquellos dos. Resignado, piensas en regresar con Carlitos Balá, pero temes por tu retaguardia al imaginártelo a él, sí, al conductor infantil, completamente al palo. (Che... bueno, no es tan delirante. No sería el primer conductor infantil en convertirse en un sex symbol: Flavia Palmiero dixit). Divisas a lo lejos una caverna oscura y decides dirigirte hacia allí para resguardarte de la intemperie.
Un hueco en el techo de tu nuevo hogar, sirve perfectamente de claraboya y alumbra al final de un extenso pasillo una pared que llama poderosamente tu atención. Corres hacia la luz más y más rápido, te sientes liviano, sientes que flotas, pero te das cuenta que estás pasado de rosca (apa, que miedo, pensaron que terminaba acá!!!, no no, sigue).
Divisas en la pared unos jeroglíficos que claramente dicen:
A la izquierda, Caverna de viaje en el tiempo UNO.
A la derecha, Caverna de viaje en el tiempo DOS.
Al centro, Cavernet Sauvignon cosecha -2.000.000 (y claro piscuises, antes de la era común).
Y adentro!!!
Si bien es tentadora la idea de un vinito para relajarte, sabes que es tu oportunidad de salir de allí. Debes tomar una decisión y temes volver a equivocarte.

Si decides entrar en la Caverna del tiempo UNO, ve al Blog "El Mar Azul" en 3 días.
Si decides entrar en la Caverna del tiempo DOS, ve al Blog "Ctrl + Alt + Del" en 3 días.

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viernes, octubre 15, 2004

DOCE LUNAS LLENAS

El sol da viento a la luna, la luna se mueve, las mareas suben, los ríos crecen, el mar desborda, y luego vuelve hacia atrás. Todos los meses, los mismos meses.

Una mañana como esta, de un día como este, de un mes como este, me desperté con ganas de mostrarme, de contarles a ustedes todos los secretos de una mente sencilla. Hace exactamente 1 año, decidí entrar en blogger, registrarme, armar un blog. No se bien todavía porqué le puse "EL DADO", pero surgió el nombre y lo escribí en ese cuadradito insignificante, que marcaría tantas cosas.

En un período de un año, cambiamos diseño, me mudé varias veces de servidor, creció una hija "El Mar Azul", tuvo nietos "Pompas de Jabón", hermanos "Un misterioso cielo" y un padre que siempre estuvo "(rumbo al) SurNorEste".

Conocí un nuevo mundo. Se lo llamó MUNDO B.

Pasaron por aquí más de 13300 visitas. Algunos se quedaron incluso, y llegaron a dejar más de 2000 comentarios, que se repartieron a lo largo de 152 posts.

Escribí desde mi casa, desde el trabajo, desde lo de Pi, desde el sur. Leí desde esos lugares también. Plasmé calor, frió, amor y relajo. Conté recuerdos, historias, actitudes, secretos, broncas, desencuentros, casualidades, destinos, pasados. Leyeron todo.

Muchas Gracias a todos.

jueves, octubre 14, 2004

PUNTOS CARDINALES

NORTE, ESTE, SUR, OESTE.
En punto, y cuarto, y media, menos cuarto.
Una vuelta y se atornilla.
Un movimiento nos guía.

Y quiero contarles hoy la historia de mi padre en el mundo B. De mi amigo en el mundo A.
Estábamos en tercer año (cuarto BTO para la nueva forma poli-modal). Era un día soleado, y en semanas terminaría el verano. O tal vez ya había cerrado el ciclo sin yo darme cuenta. Eso no importa en realidad, ya que el calor nunca acaba, solo se mueve de hemisferio. Y en un aula del quinto piso del edificio dos, nos tocaba "Sociales". Debo reconocer que las humanísticas nunca fueron mi fuerte, siempre me aburrieron un poco. Pero esta clase fue un tanto especial, al menos para mí, ya que marcaría los días que vendrían los siguientes ocho años. Recortes de diario, un grupo de cuatro, y una consigna. Comprender el porqué del éxito de la cadena de comida rápida que más factura (sí, esa, la de la gran M amarilla). La labor finalizó a los cinco minutos de empezar. Habíamos decidido mentirle al pueblo comentando que era la fórmula RRB (Rico, Rápido y Barato).
La siguiente hora, tan solo conversaríamos con Nico acerca de capítulos de "Los Simpsons" (ambos tenemos un gran fanatismo).
Fue un instante, unos segundos que quisieron que en este universo y en ningún otro se sellara implícitamente un pacto inquebrantable. Serías mi amigo y sería yo el tuyo. Hablaríamos el mismo idioma mucho tiempo después, pero desde ese minúsculo instante.
Claro está que cuando el tiempo trascurre, la confianza se convierte en el eje sobre el cual giran las relaciones.

Pasamos con él, grandes momentos que seguramente serán imborrables. Alegrías, Preocupaciones, Tristezas, etc. Siempre se puede ser un bastón, un hombro. Pero es bueno encontrar también un oído y alguien que sepa por lo que cada uno pasa.

Estás de viaje hace tres meses casi, y estarías volviendo en apenas once días. Muchas cosas han pasado en este tiempo, muchas cosas han cambiado.
El movimiento que nos guía, de NORTE a ESTE, a SUR, a OESTE no se detiene. Las horas siguen avanzando y en su fuerza generan un viento que arrasan con todo. Y fue un fuerte vendaval.

Lo curioso es que no es la primera vez que estás lejos tanto tiempo. Pero es la primera vez que siento tu ausencia, la necesidad de compartir este tiempo que lejos de ser perdido, fue ganado por ambos.

martes, octubre 12, 2004

ENCIERROS (PARTE I - LOS ROBA ALMAS)

Claro que no sería capaz de prohibirle que entre en el club, y mucho menos podría yo juzgar a un club que no me dejara entrar. Igualmente lo juzgaría si dado el caso, no me dejara salir. Esos son los peores. Los apropiativos. Los roba almas.
Debe ser un exceso de cariño por la libertad o por quien se sienta esclavo, que me lleva directo a intentar buscarla continuamente. La última vez que me sentí jaula abrí las puertas ni bien me di cuenta. No era bueno. Yo era feliz con un gorrión en mi interior. Pero es evidente que la felicidad es una caída de agua delante de los ojos, y un zumbido constante en los oídos. No podía escuchar al gorrión. Hasta que, abriendo sus alas y estirando su cuello, el gorrión dejó de cantar y gritó fuerte.

sábado, octubre 09, 2004

ESCAPANDO DE LA LLUVIA DE NOTAS

Brindo porque las historias antiguas, historias sean y hoy puedan llegar a mi mente como parte de un hermoso recuerdo.

Doblamos en "Del Libertador", íbamos por "Mendoza" y Sol comenzó a cantar. Naty me tomo del brazo y se lanzó a correr escapándonos así de la lluvia de notas. De pronto una sola frase bastó para que en la mente de los tres se dibujara una Avenida "Cramer", ocho años atrás. Sol y yo noviábamos y todos los sábados por la tarde (a las dos aproximadamente) tomaba el 107 hasta su casa. La hora y cuarto de viaje no era obstáculo para completar la rutina semanal. Llegaba, saludaba a su madre quien siempre me recibía con la misma frase: "Sol está en su cuarto". Dixi (o como se escriba), una "Ovejero Alemán" de unos once años, reclamaba su ración de cariño de mi parte. Subía, y el abrazo tan esperado de toda la semana se hacía sentir en pocos segundos. Pasábamos la tarde juntos hasta que daban las siete, Naty llegaba, y salíamos los tres. Tomábamos el 107 hasta Cramer y Monroe. Las persianas bajas y Sol que comenzaba a cantar. Naty me tomaba del brazo y corríamos tan fuerte como podíamos escapándonos así de la lluvia de notas.

Ocho años pasaron y esa imagen quedó tan vigente en los tres, que al recordarla, nos dibujó una sonrisa.

miércoles, octubre 06, 2004

LA CASA

Viendo que la situación empeoraría antes de mejorar, decidieron hace diecisiete años mudarse a una casita pequeña, rústica y a medio construir, con sus hijos y sus ilusiones de un futuro mejor.
Tenía yo cuatro años y siete mi hermana. No había ventanas y hacía frío ese invierno. La cama marinera estaba ubicada en lo que hoy sigue siendo mi habitación, ya que en la otra aún faltaba pared y calor. Dormiríamos mi hermana y yo en la misma habitación por un tiempo. Viviríamos los cuatro en la casa, provisoriamente, hasta que la situación mejorara.
Mi padre trabajando en el taller desde los dieciséis años (provisoriamente hasta que decidiera retomar sus estudios en mecánica, lo cual aún no ocurrió). Jamás viajó a Alemania. Mi madre comenzaba a trabajar a la par, poniéndole el pecho a las balas.
Hacía frío, decía, y con todo su empeño mi padre calentaba ladrillos en el horno, luego los envolvía en papel de diario y los ponía al pié de cada cama.
El tiempo corría, nosotros crecíamos. Mi hermana se mudó a su habitación, y yo quedé solo en la mía, con todos mis miedos. Una mudanza a los cuatro años no es aconsejable.
Y mis padres trabajando por un futuro mejor, haciendo vida austera para tener ahorros, para que nosotros tuviéramos educación. Y el futuro mejoraba, pero día a día se ponía más duro. Nosotros no lo notábamos. Ellos le temían.
A mis doce años estaba decidido a formarme profesionalmente. Entendía cual era mi vocación, y mis padres decidieron que el tiempo de la inversión había llegado. Sus años de esfuerzo darían frutos en mí. Y ellos seguían trabajando. Y a nosotros jamás nos faltó ropa, comida, techo. Pero sobre todas las cosas, jamás nos faltó cariño.
Jamás lo había visto llorar. Por primera vez en mi vida, veía brotando de los ojos de mi padre las transparentes lágrimas que llevo tatuadas en mis retinas. Un diploma pasaba a mis manos, y en ese momento comprendí todas las cosas que ellos habían hecho. Pero sobretodo, comprendí el significado de la palabra "Gracias".
Estoy escribiendo esto hoy, en la misma habitación que alguna vez vi por primera vez, en la que dormí con ladrillos en mis pies, en la que jugué con los playmobils hace tanto tiempo. En donde estudié. En la habitación donde también compartí tantas cosas con mi primer amor. En esa habitación provisoria, que es mía hace diecisiete años. En esa que en poco tiempo espero dejar, pero que quedará por siempre guardada en mi alma.

domingo, octubre 03, 2004

Elige tu Bloguiaventura - Presentación de la saga

Elige tu Bloguiaventura 1


Como si no fuera suficiente lo que se lee por lo general en este blog, F5 Story Group presenta "Elige tu Bloguiaventura: Viaje en el tiempo en un fiat 600", un jueguito literario craneado por once mentes brillantes -que te proponen sumarte, restarte y fraccionarte la neurona, por el módico precio de un par de clicks.

Si decides ser dueño de tu propia historia, lograr reconocimiento y fama internacionales, triunfar en cuanto objetivo te pongas delante y tener un aliento siempre fresco y natural, ve al blog El día que me leas dentro de cinco (5) días, donde se bajará la bandera de largada de toda esta menesunda.

Si decides succionar un clavo hasta inventar el nuevo Tang Oxido, haz clic aquí.

Si además reconoces que tienes una pésima memoria, te vas a olvidar de todo, y necesitas que alguien te haga un reminder de cuándo empieza esto, envíanos un mail a efecincogroup@yahoo.com.ar y nosotros -que somos más buenos que el Quaker-, nos encargaremos de recordártelo.