miércoles, enero 14, 2004

VENENO DE HUMANIDAD

Sumergido en un lago de acero, siempre a la espera de su presa... La bestia descanza de luz y entre miedos y tinieblas calla. Dobla suavemente sus rodillas, presiona sus tobillos, se hace pequeño, SALTA. Atrapa, desgarra, hiere, mata, desgarra, come, teme. Vuelve sobre sus espaldas. Se refriega el estomago. Se sumerge. El lago de acero crece algunos centimetros...

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