martes, febrero 07, 2006

Ahí va (los hombres no deben zumbar)

Pero no se puede estar buscando constantemente el desafío porque eso mismo en algún momento expira y se convierte en parte de la rutina, como si, el desafío en si mismo ya no implica esfuerzo ni nada. Una especie de gran torneo con los resultados obsoletamente conocidos y arreglados.
Pero tampoco sirve el conformismo como calzado (que se sepa) ni una crema de afeitar que realmente haga suave la labor (que yo sepa) porque llega un momento en donde ya no llena y por más tranquilo que parezca, es estresante al punto de provocar al trastorno del ser (que no sepa).
Y te vas a dormir todas las noches con esa sensación de que pronto algo grande va a pasar, y te cuesta porque crees que podes estar durmiendo. Entonces te despertas solo para darte cuenta que en realidad nada de esto lo pensaste sino que te lo estaba susurrando en un zumbido un mosquito que intentaba vivir. Te levantas, prendes la luz, lo matas a mano limpia, no porque te haya molestado, ni porque te haya dado a pensar, sino más bien porque evidentemente estaba buscando (mientras era mosquito) constantemente el desafío y para el nunca expiraba (y evidentemente no podía ser).

No hay comentarios.: