Por alguna calle del centro de la ciudad de Buenos Aires, un golden retriever asustaba a una bandada de palomas. Mientras las veía volar alejándose, se erguía, inflaba el pecho y se mostraba orgulloso. Una actitud de humanos maduros, representada por un cachorro de perro.
Los hombres solo jugamos a ser niños cuando no corresponde.
2 comentarios:
talcualmente...
holla amigos,Me Disfruta su blog,buen espacio, Te falta sólo una herramienta de traducción el resto tudo ok!
Adios
excusa mi horrible espanol!
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