Cambie de campaña tantas veces como un hombre puede, tal vez más de las veces que un hombre debe.
Quise llegar hasta mis últimos días a tu lado, y partir primero para que tus ojos expertos de vida me recuerden como yo aun recuerdo aquellos amaneceres juntos.
Quise intentarlo y de ser necesario, morir peleando. Buscarte por cielo y tierra. Pasear por los subtes, vender en los trenes, solo para encontrarte y tal vez rodearte con mis brazos como la enredadera se agarra de la pared para seguir viva.
Quise tan solo dejarme caer y llegar al suelo sin paracaidas. Que el asfalto me bese el rostro sonriente irónico ante el resto de los mortales.
Hoy quiero seguir viviendo y lo estoy logrando. Ya no tengo fiebre por las noches y las sombras del pasado solo sombrás son.
Bienvenida la nueva campaña. Bienvenidos los nuevos dolores.
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