domingo, febrero 03, 2013

El mate a medio hacer

El mate a medio hacer como testigo presencial del eterno replanteo de algo inexistente que estalla una mañana sin aviso para romper con la paz de un domingo de Sol entrando por la ventana a despertar tranquilamente. El agua a medio hervir, la yerba a la mitad, la bombilla recostada en la mesada manchada de la cena de la noche anterior, como durmiendo con los oídos tapados para no pertenecer, no enterarse, no quedar en el medio. Hablaron siempre a la mitad, el decía y ella decía, pero no escuchaban. Estaban siempre a la mitad, para el para ella, pero nunca para ellos. Se entregaron ciegamente, con vendas en los ojos, en un ojo cada uno, mientras el otro veía medio mundo, miradas parciales, sentidos sesgados, almas cargadas. Probaron que dos mitades no hacen un todo. Probaron condiciones necesarias pero no suficientes. Jugaron a la lógica, jugaron a la razón, apostaron todo, lo que decían tener, exactamente la mitad de lo que tenían. Perderlo todo se había convertido en un sinsentido. Solo quedaba volcar la yerba y hacer un mate nuevo, como siempre.

2 comentarios:

Chiru dijo...

y todos los dados al cubilete...

Anónimo dijo...
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