DULCES SUEÑOS

Dulces sueños e inmensas torturas para el alma de aquellos que se jacten a la luz del día de dar el todo por el todo, de jugarse el pellejo sin importar las consecuencias, de aquellos que sin nada que perder, no se atreven a ganar y no arriesgan, aquellos que terminan sí o sí, perdiendo. ¿Estás introspectivo o es solo un nuevo villancico que estas preparando para la próxima navidad? sea como sea, ¿de que te la das? Yo de nada, y hoy te pedí que no me hables hasta que no seas un poco menos perspicaz, si al fin y al cabo, a vos lo único que te interesa es convertirte en una masa enorme en concepto, para controlarme por completo cuando tengas la oportunidad. Si hoy sabes que te pedí que hicieras silencio porque ya no puedo siquiera escuchar lo que dicta mi corazón. Nuestro corazón se equivoca, analiza desde otro lado, entiende otras cosas. Solo yo sé que nos conviene, y eso, mal que te pese, lo sabés. Lo sé solamente porque ya dominás esa parte de mí. Porque estuviste trabajando con mayor intensidad todo este tiempo, porque te convertiste en un arma lógica que dispara antes de preguntar los motivos y que siempre termina hiriendo a alguien. Siempre nos hiere a nosotros. Patrañas de un corazón que intenta confundirnos a cada momento, vos no me defendés desde hace años ya, tuve que aprender a arreglármelas solito, a separarme de todo el conjunto inferior que solo sabe correr cuando hay que correr, llorar cuando hay que llorar, reír cuando hay que reír, soñar cuando hay que soñar, dormir y despertar cuando ya no queda otra cosa por hacer. Pero yo soy quien dice los cuandos, ellos solo saben que hacer, juro que me dan asco, me llenan de deseos de desaparecer, de apagarme, de dejar todo librado al azar, ese azar que tanto te empecinás en defender, ya que es producto de lo que hace tu corazón. Si tantos deseos de desaparecer tenés, solamente hacelo. Nadie te va a culpar por tu irresponsabilidad. Todos son testigos de que cada vecino lo pidió todo este tiempo. Todos se alegrarán, festejarán. Tomaremos y bailaremos al ritmo de la música, volveremos sin miedo a morir, porque cada segundo será como el último. Te jactás de asegurarnos el menor dolor posible, que nuestras acciones son perfectas si son producto de tu dictadura, que tan solo subsistimos como conjunto por tu primaria existencia. Pero reconocés nuestras debilidades, sabés que hacia adentro y hacia fuera emanás mentiras exquisitamente formuladas. Mentiras de las que nadie desconfiaría, porque claro está, en tu estructura son resultado de estímulos ciertos, por lo cual, deben ser sensaciones ciertas. ¿Quién pensás que serías sin el resto de nosotros? ¿O acaso tanta falsa superioridad es verosímil dentro de tu "perfecto paradigma"? Si hasta aquí no actué como un hombre real, un hijo de la naturaleza, un ser valiente, una persona humilde, es simplemente porque parte de mis acciones son tuyas. Si hasta aquí no lloré jamás, es simplemente porque nuestros motivos siempre te parecieron estúpidos. Si hasta aquí no me ocupé de nosotros es porque en tu interior conoces tu mundo, Yo, como la única entidad sobre la tierra. ¿Cómo desarraigarte de estas tierras? ¿Cómo apagarte y conservar las señales necesarias para seguir viviendo? Si nadie me juzga cuando cometo errores, ¿Por qué sos vos el primero que golpea mi puerta? ¿Por qué al menos no puedo descansar en paz, separar nuestros dulces sueños de tus inmensas torturas?
Siempre estaré contigo.
Por eso tanta tristeza, porque de mi eres parte y la tristeza no es más que el enojo con uno mismo.