sábado, octubre 09, 2004

ESCAPANDO DE LA LLUVIA DE NOTAS

Brindo porque las historias antiguas, historias sean y hoy puedan llegar a mi mente como parte de un hermoso recuerdo.

Doblamos en "Del Libertador", íbamos por "Mendoza" y Sol comenzó a cantar. Naty me tomo del brazo y se lanzó a correr escapándonos así de la lluvia de notas. De pronto una sola frase bastó para que en la mente de los tres se dibujara una Avenida "Cramer", ocho años atrás. Sol y yo noviábamos y todos los sábados por la tarde (a las dos aproximadamente) tomaba el 107 hasta su casa. La hora y cuarto de viaje no era obstáculo para completar la rutina semanal. Llegaba, saludaba a su madre quien siempre me recibía con la misma frase: "Sol está en su cuarto". Dixi (o como se escriba), una "Ovejero Alemán" de unos once años, reclamaba su ración de cariño de mi parte. Subía, y el abrazo tan esperado de toda la semana se hacía sentir en pocos segundos. Pasábamos la tarde juntos hasta que daban las siete, Naty llegaba, y salíamos los tres. Tomábamos el 107 hasta Cramer y Monroe. Las persianas bajas y Sol que comenzaba a cantar. Naty me tomaba del brazo y corríamos tan fuerte como podíamos escapándonos así de la lluvia de notas.

Ocho años pasaron y esa imagen quedó tan vigente en los tres, que al recordarla, nos dibujó una sonrisa.

No hay comentarios.: