lunes, junio 20, 2011

Errar es humano. Trabajar demás también

La primera vez que trabajé en una oficina, recuerdo que cursaba en la Universidad por la mañana, entraba al trabajo al medio día y salía a las 18 o 19 horas. Era invierno, así que de noche. Me prendí un pucho, y mientras caminaba a tomar el colectivo pensaba: "Salir de trabajar y que el Sol ya se haya tomado el palo, no está bien. No puede ser sano".
La semana pasada salí de trabajar y era de noche. Lo fue durante toda la semana. Recordé lo que me había pasado por la mente la primera vez, y noté que lo que estaba mal en esta oportunidad, era que ya no me parecía que estuviese mal salir del trabajo y que ya fuera de noche. Ya me había acostumbrado a vivir equivocado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al menos así no vivís luchando con la realidad