Debo confesarles que dude. Pero cuando la ví, dije para mis adentros: "Es esa, la que quiero".
Y salí de la casa de muebles con la nueva silla para la computadora. En realidad es un sillón ejecutivo (asi lo llaman ellos porque de ejecutivo no tengo un pelo y me siento en ella tan cómodo como cualquier mortal).
Así que ya saben, los POSTS venideros saldrán directamente de mi médula éspinal, no atrofiada, subirá por mis vértebras regeneradas y llegarán a mi cerebro, que de seguir entero, hará que mis manos se muevan (asi, como ahora) para escribirles bonitos POSTS.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario