viernes, septiembre 17, 2004

EXTRANJERO EN LA TIERRA

Prometo que hasta dentro de un tiempo, posteo más cortito... POST DEDICADO.

Me despierto todas las mañanas y de esa forma vuelvo a un mundo que considero, no está hecho para mí. Un mundo donde sentir, significa jugar de visitante. Observo a la gente todas las mañanas mientras hago el mismo racconto. Ninguno mira a su alrededor e intenta ejercitar su mente, porque se sabe que su uso, causa un profundo dolor. Y van por la vida como entes, como gente sin rostro, pero con una horrible máscara, que tal vez, nunca se saquen. La locura de este infierno transparente los atrapa con la primera luz que penetra sus pupilas, y en lugar de iluminarlos, los enceguece capturándolos cada día un poco más. Esclavos de su propia ignorancia salen al mundo, que sí está hecho para ellos, y arrojan la primera piedra ya que la venda que llevan delante de sus ojos, los hace creerse inocentes. Caminan apurados para llegar a sus trabajos, a sus casas, sin darse cuenta de la cantidad de baldosas que atraviesan para llegar a ninguna parte. Se alistan en movimientos, columnas, partidos y demás solo con el objeto inconciente de que alguien piense por ellos. Vuelven a dormirse con la conciencia limpia pues este mundo, no les hace su reclamo. Aunque en realidad, solo ocurre que no saben escucharlo.
Y discriminan, cortan las flores pues piensan que son las cadenas de la opresión, y respetan las reglas que los soberanos impusieron para su propio beneficio y hábilmente se encargaron de hacerles creer en ellas bajo el concepto de "bienestar general".
Se presumen libres pues su mente no les indica lo contrario, pero son esclavos de la injusticia. Dejan impunes sus propios crímenes, ya que la ley no los marca como tal. Conocen el amor al prójimo como un concepto divino que nos fue entregado, pero jamás podrán respetarlo ya que no se aman a ellos mismos. Triste solo si se ve, pero sumamente ocultable en lo profundo de un nuevo consumidor.
No son personas pues para un comerciante serán clientes, para un político serán votantes, para un estado serán ciudadanos, para otro país serán extranjeros. Para sus enemigos serán rivales, para sus amigos, difícilmente comprendan el significado real, porque para ellos, la persona es descartable, tan solo cuerpo sin alma. Serán pues dinero, votos, entidades civiles, turistas, refugiados, migrantes, oposición, orejas (pero no oídos), y jamás serán personas. Golpearán nuestras almas, envenenarán nuestro ambiente, maltratarán nuestras mentes, hasta que cada uno de nosotros, los mire alejándose. Y nos harán sentir, que este mundo es irreal, foráneo, e incluso inerte.
Pero despierto también esperanzado de que algo cambie, solo porque los caminos son largos y ofrecen grandes recompensas a quienes se atreven a recorrerlos. A mí por ejemplo, me han recompensado.

Gracias camino por haberme premiado con Caro, Fer, Maga, Mariano, Naty, Naty, Nico, Silvia, Sol, Sole, Sonia y Vachu. Y gracias a ustedes porque estando allí hacen que este mundo, en donde sentir es jugar de visitante, sea para mí, cada día un poco más propio.

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