Me encuentro sentado frente a mi PC escuchando "Jackie" de Placebo. Fue un día largo y sin ser más complicado que de costumbre fue un día extremadamente duro. El sol golpea mi cara todas las mañanas y el mundo sigue girando y si uno no se mueve, tampoco está quieto. Está muriendo. Me analizo constantemente y pienso qué será de mi vida los próximos años, pero ahora pienso qué es de mi vida hoy. Donde quedó la fuerza y la pasión de luchar por lo que quiero. Porqué me parece que nada vale la pena como para poner empeño en ello. No estoy conforme con lo que escribo, no estoy conforme con mi trabajo, no estoy conforme con mis estudios. No estoy conforme con mi reacción ante el último golpe. Rendirse en silencio y de pié parece ser para mí, una tarea más compleja que continuar luchando. Genera conflictos en mi ser, y nace así la incertidumbre. No sé realmente cuanto tiempo falta para recibirme, y que los domingos vuelvan a ser míos. No hallo estrategias que me lleven a una solución ante todos los problemas, que en realidad tal vez ni siquiera existan. Todo me parece vacío. Yo me siento tan vacío como hace exactamente un año, pero se complica el hecho que me había propuesto esta vez, que no fuera así. No lo estoy logrando y estoy perdiendo una batalla que me está matando internamente. Y me mantengo tranquilo pero camino al borde del precipicio. Intento no caer, pero se me hace más dificil cada vez, mantener el equilibrio.
Quisiera estar lejos mío cuando todo estalle, pero sé que estaré aquí.
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