martes, junio 08, 2004

HERENCIA

De mi padre saque los brazos, siempre trabajando, y siempre abiertos para dar una mano. De mi madre, los ojos, y con ellos, mi forma de ver al mundo y a las personas. De mi padre, las piernas. Siempre caminando. De él, el carácter y de ella la personalidad. Juntos, forjaron una persona. Y el corazón lo puse yo, pero en el, les guardo un gigantesco amor. Me enseñaron las cosas más básicas, las más sencillas. En la simplicidad está el poder. Me enseñaron las cosas más poderosas. Y hoy estoy aquí. Repito una frase que dije hace mucho: "En un mundo en donde mucha gente toma como moda estar mal con la familia (aunque no son todos los casos), yo puedo decir que son lo máximo".
El corazón está lleno de recuerdos, sensaciones, sentimientos. Lleno de fuerza, lleno de tantas... verdades, mentiras, razones, y demás.

Con los ojos de mi madre, veo a la gente. En la calle y en las casas. Alegres y Tristes en ambos lados. Me veo a mí, a mis cercanías, a mis distancias. A quienes no conozco. Porque de ellos heredé los brazos, es que los abro. Porque mío es el corazón, puedo decir que no todo está perdido. Yo lo ofrezco.

(Uff! la idea juro que estaba buena, pero me quedó medio campaña para la donación de órganos, no?)

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